Recuerda que si es lo primero que viene a tu mente, solo es más de lo mismo que has venido viviendo.
También podemos usar pensamientos de juicio o de Manage con nosotras/os mismos como para afrontar el miedo, la vergüenza y lo desconocido. Con el tiempo, estos comentarios (tanto de los/as demás como de nosotras/os mismas/os) se interiorizan y se convierten en nuestra/o «crítica/o interna/o», el persistente diábrand interno negativo que nos mantiene estancadas/os en algunas áreas de nuestra vida.
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Es importante para al desarrollo de pensamientos más realistas y alentadores que podamos incorporar en nuestro repertorio emocional, varias herramientas como por ejemplo:
Control: Es querer tenerlo todo controlado, normalmente suele adelantarse al fracaso para evitar la decepción,
La mindfulness te ayuda a cultivar la conciencia de tus patrones mentales automáticos y a desarrollar una actitud de aceptación y no juicio hacia ti mismo.
Valorar nuestros logros y esfuerzo a pesar de cometer errores durante el proceso, y no centrarnos solo en el fallo.
donde tengo la cabeza, siempre se me olvida todo” … La culpa puede convertirse en el mayor enemigo de la felicidad.
Utiliza el ejercicio de múltiples perspectivas, donde eres consciente de que lo que tu mente te dice en un inicio solo es un poco más de lo mismo que ya conoces, invita a tu mente a pensar en otras alternativas posibles.
Meditar es una gran herramienta para calmar las voces internas que te mantienen atrapado/a en un círculo vicioso. Rodearte de un ambiente tranquilo y relajar tu cuerpo de una forma disciplinada pone en evidencia al crítico interior y te ayuda a mantenerlo a raya.
La mayoría de personas tenemos que lidiar con un crítico inside reflejado en pensamientos persistentes que nos dicen que no somos suficientemente buenos o que ponen en duda nuestras metas. Incluso, esos pensamientos intentan destruir, minar o poner en entredicho nuestros logros.
Nuestro cerebro está constantemente escuchando y fortalece los pensamientos y las conductas que repetimos: si escuchamos sólo nuestra voz crítica y exigente, nos criticaremos aún más, nos exigiremos y nos juzgaremos aún más…, si comenzamos a escuchar nuestra voz compasiva y exploramos sin miedo esas conductas que a veces como silenciar el critico interno nos cuestan tanto de permitirnos ser como somos, de querernos y cuidarnos, de aceptar que no somos perfectos ni superman/superwoman, dejaremos que aflore lo mejor de nosotros de forma normal.
Y mediante el refuerzo o reforzamiento negativo se palía la necesidad de controlar sentimientos dolorosos:
De hecho, este patrón psychological obsesivo ocasiona que mantengamos por más tiempo las emociones displacenteras asociadas a la situación o aspecto negativo lo cual evita que la solucionemos de forma efectiva.